Pimientos verdes asados rellenos
Batallitas a parte, vamos con una recetita la mar de resultona y bien sencilla de preparar. Lo cierto es que yo la hice porque me regalaron un montón de pimientos verdes de esos de “directamente de la huerta” y decidí hacer algo interesante con ellos.
Vamos con la receta: Pimientos verdes asados rellenos
Ingredientes: (Para 2 personas)
6 pimientos verdes
Sal
Un chorrito de aceite de oliva virgen
6 Cucharadas de aceite de oliva
40 gramos de mantequilla
2 Cucharadas de cebolla picada muy fina
2 Cucharadas de taquitos de jamón picaditos
50 gramos de carne picada
1/2 litro de leche a temperatura ambiente
50 gramos de harina
Salsa de tomate (Tomate frito casero o de bote)
Queso tipo Cheddar que funda bien rallado
Elaboración:
Lo primero es asar los pimientos. Para ello, precalentamos el horno a 200ºC, limpiamos con agua los pimientos y, sin secarlos, los ponemos en una bandeja de horno, sazonamos con sal y ponemos un chorrito de aceite.
Horneamos durante unos 20 minutos o hasta que estén bien asados. Los retiramos de la bandeja y los dejamos enfriar ya que luego debemos manipularlos con las manos y no queremos quemarnos.
Mientras se asan los pimientos y esperamos a que se enfríen, vamos preparando el relleno.
El relleno lo elaboramos de la siguiente manera: Ponemos una sartén a calentar con las cucharadas de aceite y cuando esté caliente sofreímos la cebolla. Cuando comience a transparentar, sofreímos el jamón y a continuación la carne picada. Cuando todo esté bien sofrito, incorporamos la mantequilla y cuando se derrita añadimos la harina la cual removeremos sin parar para que se cueza un poco. Vamos añadiendo la leche poco a poco hasta tener lista una bechamel.
Ahora viene la parte más delicada del plato (que tampoco es para tanto). Hay que tomar los pimientos uno a uno y con ayuda de un cuchillo quitarles la parte de arriba (el rabito) y las pepitas con cuidado de que no se rompa.
Después, con la ayuda de una cucharilla, rellenamos los pimientos bien cargaditos y los ponemos en una cazuela de barro o una bandeja que podamos hornear.
Cubrimos los pimientos con un poco de la salsa de tomate (si es casero saldrá mejor claro está) y por último añadimos encima el queso rallado.
Gratinamos el queso en el horno y… ¡listo! ¡A disfrutarlos!.
Buenos señores y señoras, eso es todo por hoy. Os dejo hasta otro ratito. Besos para ellas y abrazos para ellos,
Papi