Un espacio de cocina donde acceder a mis recetas más interesantes con trucos e ideas para cualquier ocasion. Daddy Rafa confía que disfruteis con ella y que creemos un espacio para aportar ideas culinarias. Aviso: ¡Marcado acento internacional!

domingo, enero 20, 2008

Judías verdes al estilo japonés

¡Hola otra vez!. Ya que últimamente no estoy todo lo “blog-activo” que me gustaría y aprovechando que tengo un ratito libre (bueno, en realidad debería estar avanzando trabajo para la semana pero no me apetece un carajo…) voy a publicaros una segunda receta en el día de hoy.

Lo que os propongo ahora es una receta súper sana y súper sencilla de preparar. Os aviso que este plato es para la gente que le gustan las verduras y los sabores naturales, sin camuflar. A mí personalmente me encanta comer las judías verdes tiernitas y con todo su saborcito, sin tomates ni salsas añadidas.

La cocina japonesa se caracteriza entre otras cosas por la simplicidad y por los sabores limpios, basados en la calidad y la frescura de la materia prima. Pues bien, este plato promulga precisamente esto. Vamos con ello:

Judías verdes al estilo japonés

Ingredientes: ( Para 2 Personas)

20 - 25 Judías verdes (vainas)
Agua
2 Cucharadas de salsa de soja (Kikkoman)
2 Cucharada de vinagre de arroz
1 Cucharada de sésamo (si es garrapiñado mejor, pero no es vital)

Elaboración:

Muy fácil. Comenzamos por limpiar las vainas quitándoles los nervios laterales y las puntas, cortándolas en tiritas finas y lavándolas bien. Este plato sale mejor cuanta más fresca esté la vaina. Evitar hacerlo con vaina vieja.

A continuación ponemos a cocer agua en un cazo donde incorporamos las vainas recién cortadas. El truco es cocerlas pero no hasta que estén blandas sino hasta que estén “al dente”. Para ello probar una y cuando parezca que le queda un minutito o dos para estar listas, las retiráis rápidamente del agua y las metéis en agua fría para parar la cocción.

Ahora sólo queda escurrirlas bien, ponerlas en una bandeja y aliñar con una mezcla hecha con la salsa de soja y el vinagre de arroz. Por último espolvoreamos con el sésamo y ¡listo para comer!.


En fin, espero que os animéis a probarlas. Más sencillo no se puede ¿eh? :-)

¡Ale! Os dejo hasta otro rato. Besos para ellas y abrazos para ellos.

Papi

Patatas campestres con cebolla caramelizada y salsa Cheddar

Hola de nuevo. Aquí estoy hoy con una receta sencillita pero muy resultona y rica.
Es un plato que puede hacerse como primer plato o bien para acompañar unos huevos benedictinos en un brunch o bien como acompañante de una buena carne. El único secreto es comerlas calentitas y recién hecha la salsa de queso ya que si esta se queda fría pierde la gracia.
Lo cierto es que la combinación de especias con el dulce y el salado es explosiva. Espero que os animéis a prepararlo un día y luego me contéis.

En fin, sin más temas, vamos con el plato de hoy:

Patatas campestres con cebolla caramelizada y salsa de queso Cheddar

Ingredientes: (Para 4 personas)

4 Patatas grandes lavadas y con piel
2 dientes de Ajo
1 Cucharada de Orégano
1 Cucharadita de Comino machacado
1 Cucharada de Tomillo
1 Cucharadita de Pimentón
1 Cucharada de Romero
½ Cucharadita de Pimienta molida
½ Cucharadita de Nuez Moscada
Sal
3 Cucharadas de Aceite de Oliva
1 Cebolla roja grande
1 y ½ Cucharadas de mantequilla
2 Cucharadas de azúcar
Unas gotas de vinagre de módena
120 gramos de queso Cheddar en taquitos
1 cucharadita de mantequilla en taquitos
20 gramos de parmesano rallado
½ Brick pequeño de nata líquida

Elaboración:

Este plato se elabora en 3 pasos: Las patatas, la cebolla y la salsa.

Para preparar las patatas lo primero es lavarlas bien ya que les dejaremos la piel y trocearlas con ayuda de un cuchillo cuidando de dejar piel en todos los trozos. Ponemos las patatas cortadas en un bol grande, majamos los ajos y añadimos estos a las patatas junto con todas las especias y el aceite y las dejamos macerando a temperatura ambiente por un período de unas 2 horas.

Cuando haya pasado este tiempo, calentamos el horno a 200º C y las horneamos en una fuente o en una bandeja hasta que las patatas estén hechas (entre 25- 30 minutos aunque depende del tipo de patata).

Mientras se hacen las patatas, preparamos la cebolla caramelizada. Esto ya os lo he explicado en otras recetas pero os lo refresco:

Para caramelizar la cebolla, cortamos la cebolla en ruedas finas y hacemos aros con ella, cortándolos por la mitad. En una sartén ponemos a fuego medio la mantequilla y cuando esta se derrita, añadimos la cebolla y dejamos que se cocine.Una vez la cebolla esté blanda, subimos el fuego y añadimos el azúcar y cuando esta se haga caramelo, sin parar de remover, añadimos el vinagre de módena. Ya tenemos la cebolla lista. La reservamos.

Por último preparamos la salsa: Ponemos a calentar una sartén y derretimos, removiendo continuamente, los tacos de queso junto con los taquitos de mantequilla. Cuando el queso se funda, añadimos el parmesano rallado y la nata y dejamos que se cree una crema a fuego lento durante unos 2 minutillos.

Ahora sólo queda montar el plato: Ponemos en una fuente las patatas asadas, ponemos encima de las patatas la cebolla caramelizada encima y por último cubrimos con la salsa de queso. Y… ¡voilá! ¡A devorarlas!

En fin amigos y amigas. Espero que os guste la idea que os he propuesto hoy. Nos vemos en otro ratito. Besos para ellas y abrazos para ellos,

Papi.

lunes, enero 07, 2008

Mejillones gratinados (Receta Belga)

Hola de nuevo después de dos meses de poca actividad en el blog.

Ante todo FELIZ AÑO 2008 para todos vosotros y mil perdones por no estar en mi cita semanal con vosotros durante estos últimos meses pero el cambio de responsabilidades en el trabajo, las fiestas de navidad y la cada vez más demandante de tiempo de mi hija Audrey me han hecho ausentarme más de lo que me hubiese gustado.

Quiero agradecer vuestros mensajes de felicitación de estos días y vuestros comentarios de experiencias con las recetas que os propongo. Gracias por seguir leyéndome a pesar de mi poco tiempo. Os lo agradezco de corazón.

En fin, durante estos días estoy de descanso y creo que podré publicar al menos un par de recetillas. Hoy quiero proponeros una receta Belga que sale muy buena y que sorprende bastante.

En concreto la preparé para la cena de nochevieja así que podemos decir que fue el ultimo plato del 2007 (o el primero del 2008 según se mire).

Bueno, vamos con la receta:

Mejillones Gratinados (Receta Belga)

Ingredientes:
(Para 4 personas)

1 Kilo de mejillones
Medio litro de vino blanco ( Un albariño o un rueda seco son ideales)
150 gramos de champiñones
2 Cucharadas de mantequilla sin sal
1 Cucharada de Harina
½ Vaso de nata líquida para cocinar (125 ml)
El zumo de un limón
Una cucharadita de sal gorda
Una pizca de pimienta (1/2 cucharadita)
150 gramos de queso Emmental rallado.

Elaboración:

La parte más latosa de este plato es limpiar los mejillones. Es lo primero que debemos hacer y, hay que reconocer que dan trabajo, pero todo es ponerse y en menos de lo que uno piensa están listos.

Para limpiar los mejillones, rascaremos las cáscaras con un cuchillo limpiando las lapas, y algas que pudiesen estar pegadas y tendremos especial cuidado en arrancar las algas que suelen estar adheridas al mejillón.

Una vez limpios los mejillones, ponemos un cazo con el vino a hervir. Cuando el vino esté en ebullición, añadimos los mejillones y los tapamos para hacer que se hagan. De vez en cuando removemos y en unos 5 minutos, se habrán abierto todos o casi todos. Ahora, vamos retirando los mejillones y los guardamos en un bol a temperatura ambiente. Para ello tomamos los mejillones uno a uno, nos quedamos con una sola cáscara (tirando la otra mitad) y los acabamos de limpiar las posibles algas que pudiesen tener aún adheridas.

¡OJO!, es importante que aquellos mejillones con la concha rota o que no se abran los tiréis porque puede ser un indicativo de que están malos y os aseguro que comerse un mejillón pocho no es nada recomendable para el estómago.

El caldo resultante (el vino con el agua que hayan soltado los mejillones) lo colamos y reservamos un vaso (250 ml) y el resto lo tiramos.

Bien, ya hemos hecho la primera parte. Reservamos los mejillones.

Lo siguiente que tenemos que hacer es limpiar y laminar los champiñones. Para ello, los pelamos con cuidado, les quitamos las piedras y la tierra que pudiesen tener y los lavamos bien. Después, con ayuda de un cuchillo afilado hacemos láminas de champiñón lo más finas posibles.

Ahora, en un bol mezclamos la mitad de mantequilla con la harina con ayuda de un tenedor hasta que quede una pasta suave y reservamos.

En una cazuela, ponemos la otra mitad de la mantequilla y la calentamos hasta que se derrita y esté caliente. En ese momento incorporamos los champiñones y dejamos que se sofrían y se cocinen hasta que estén tiernos (soltarán agua) y estarán en unos 4 minutos. Añadimos ahora el líquido reservado de la cocción de los mejillones, mezclamos y dejamos que llegue a ebullición.

Bajamos el fuego y añadimos la mezcla de harina y mantequilla restante, la nata, el zumo de limón, la sal y la pimienta y removemos hasta que todo esté uniformemente mezclado. Dejamos cocer a fuego medio revolviendo de vez en cuando y dejando que se reduzca hasta 2/3 de la cantidad actual. Tiene que quedar cremoso pero no espeso.

Ahora ponemos los mejillones uno a uno sobre la bandeja del horno, cubrimos cada concha (con su respectivo mejillón) con una cucharada de la salsa y por último esparcimos el queso rallado.




Ahora sólo queda gratinar en el horno hasta que el queso se derrita y listo. Retirar a una fuente y comer enseguida calentitos.


Y ¡listo!. A disfrutarlos. Espero que os animéis a prepararlos y me contéis luego.
Bueno señores y señoras, hasta otro ratito. Besos para ellas y abrazos para ellos, cuidaros hasta mi vuelta.

Papi.